¿Tienes relaciones de amistad verdaderas, fuertes y sanas en tu vidas? Todos podemos decir que las amistades son siempre una gran parte de nuestro diario vivir, pero, ¿cómo las mantenemos saludables para que nos lleven en el camino correcto?

“Yo te escojo a ti.”

Cada amistad comienza con una decisión. La verdad es que en la vida no podemos ser mejores amigos con todos, pero podemos escoger con quienes somos cercanos y a quienes debemos mantener a distancia. Es saludable ser selectivo e intencional con todos en los que invertimos nuestro tiempo y energía emocional.

Discusión: Piense en una ocasión en que escogió al amigo equivocado. ¿Cuáles fueron los efectos negativos de esa decisión?

“Yo te conozco.”

La amistad se trata sobre llegar a conocer a alguien muy bien. A través de conocer a alguien bien vemos las cosas buenas y las cosas malas, pero un amigo ve ambas cosas y siempre te aprecia. Tener un amigo que sabe mucho sobre ti te ayuda a rendir cuentas sobre las cosas de Dios y sabrá cuando necesitas ayuda.

Discusión: ¿Quién te conoce bien? ¿Como llegó esa persona a conocerte bien? ¿Cuando y como te ayudó esa persona en tu camino con Cristo? 

“Yo te reto.”

Un buen amigo no es alguien que siempre te dice las buenas cosas, pero te reta a que seas lo mejor que puedes ser. Proverbios 27:17 nos dice que tenemos que afilarnos como el hierro afila el hierro—no siempre un proceso divertido pero si uno que nos hace mejores. Queremos este reto para que podamos continuar creciendo hacia Cristo.

Discusión: ¿Quien es alguien en tu vida que te reta hacia Cristo? ¿Cómo te retan? 

“Estoy comprometido contigo.”

Los buenos amigos se encuentran en la adversidad. Un amigo es alguien que llega cuando el mundo entero te ha abandonado. Debemos estar en la búsqueda de personas así porque son las que realmente estarán en nuestro equipo a través de los tiempos duros.

Discusión: ¿Quien estuvo ahí para ti durante los tiempos difíciles? ¿Que significo para ti?