Pasaje de las Escrituras: Mateo 5:7 y 18: 21-35
El perdón no es una sugerencia que nos da Dios. Es una obligación para los creyentes. ¿Cómo perdonamos y porqué?
En la parábola del siervo infiel, vemos la práctica del perdón. El sirviente que debía mucho fue perdonado pero no le perdonó a alguien más una deuda mucho más pequeña. ¿Cómo practicamos el perdón extraordinario?
1. Mi oportunidad de recibir misericordia | El hombre perdonado de su deuda inmensa es un ejemplo de la deuda de pecado que no podríamos pagar por nuestra propia cuenta. Dios nos perdona cuando no hay ninguna forma en que nosotros paguemos.
2. Mi oportunidad de ofrecer misericordia| Si no perdonamos a otros sus deudas mucho más pequeñas, nuestra salvación no está en peligro, pero si estamos poniéndonos en una posición de amargura y dolor.
Dios nos dice que perdonemos a otros, pero, ¿cómo lo hacemos?
Identifica | Debemos identificar en qué forma percibimos que nos hicieron daño y qué sentimos que se nos debe. Escríbalo y sea honesto con usted mismo.
Amor | Debemos ver más allá de la falta y ver la necesidad de la otra persona. Somos inmerecedores del perdón de Dios, pero El ve nuestra necesidad y nos ama por igual.
Rendición | Debemos entregar la deuda que merecemos.
Perdón| El perdonar es pasarle el pago de lo que se debe a Dios.
No hay atajos para la calidad. El perdón es trabajo duro, pero Dios nos lo pide y nos da la fortaleza para tener éxito.
Preguntas de discusión:
• ¿Cómo te han hecho daño y a quien debes perdonar? ¿Qué acciones puedes tomar hoy?
• ¿Quién te ha perdonado cuando no lo merecías?
• ¿Cómo puedes buscar perdonar a alguien que no te ha pedido que le perdones?
• Discute sobre momentos en que sin intención has herido a alguien. ¿Le has pedido perdón?